La Ermita de San Isidro de la ciudad de Valladolid es la única ermita que mantiene la ciudad vallisoletana en la actualidad.
Situada en el barrio de San Isidro, encontraremos la ermita en la salida de la ciudad dirección Soria en una pequeña elevación.
Ermita de San Isidro de Valladolid.
La ermita de San Isidro se construye en 1692 por la cofradía de ” Nuestra señora de la O y bendito Isidro labrador”. Esta cofradía celebraba sus cultos en la Iglesia de San Andrés, y cuando en 1602 aprobó su regla se decidieron a levantar su propia ermita. En 1622 con motivo de la canonización de San Isidro, los cofrades clavarían una cruz en el lugar elegido para la construcción de la ermita.
La sencilla construcción desprovista de adornos exteriores, esta formada por una sola nave de orden toscano y cruz latina. Su fachada, esta formada por un arco de medio punto sobre la que hay una lucerna rectangular, la fachada esta rematada por ático con dos espadañas para las campanas.
En el interior de la ermita encontraremos un retablo de estilo Rococó del S.XVIII, en el que se ubican sus principales esculturas, la de San Isidro Labrador y su mujer Santa María de la Cabeza, realizadas por el escultor Juan de Ávila en 1698. En las hornacinas laterales se encuentran las figuras de San Emeterio de Barcelona y San Laurencio. El conjunto esta rematado por una pintura que representa a San Rafael con Tobías.
Otras dos esculturas que podemos encontrar en su interior son las imágenes procesionales de San Isidro y Santa María de la Cabeza, el resto de decoración de la ermita se completa con abundante pintura que aún se conserva de finales del S.XVII en las que se puede distinguir a Noé, Adam, San Emeterio, San Laurencio, etc.
De todo ello podemos disfrutar entre los días 13 y 15 de mayo que es cuando se celebra la fiesta en honor al patrón y la ermita se puede visitar, la gente celebra una romería donde podemos encontrar puestos con dulces típicos y actuaciones musicales, y sobre todo, una procesión con las imágenes de los santos. Como curiosidad, podemos ver largas colas por entrar en la ermita para tocar las campanillas de los bueyes de la imagen procesional de San Isidro buscando el favor del santo.
También podemos disfrutar en esos días en el edificio anexo de reciente construcción, de una exposición de útiles y aperos de labranza que pertenece a la hermandad del santo.
La ermita se enclava en una remodelada zona con un parque que tiene una zona tipo merendero en la parte trasera de la ermita y una escultura en un lateral del museo que representa unas manos segando.
Fotos: Luis Pasalodos y Laura Izquierdo