Hoy vamos a hacer un recorrido turístico por el llamado Andén 0. Pertenece a la primera línea de Metro y lo forman dos espacios: la estación de Chamberí y la nave de motores.
Diseñada por el arquitecto Antonio Palacios, bajo el reinado de Alfonso XIII e inaugurada por el propio rey, fue restaurada y se puede visitar desde 2008.
Andén 0
Esta estación estuvo operativa cuarenta y siete años, hasta 1966, cuando el Ministro de Obras Públicas decidió cerrarla, pues se iba a ampliar la Línea 1 para poner en servicio nuevos trenes con mayor capacidad. Esos trenes nuevos no podían circular por ahí, puesto que esa estación era curva y no cabían.
En 2006 se iniciaron los trabajos de rehabilitación. Las zonas restauradas son los suelos, las bóvedas, los muros y los carteles publicitarios. También se recuperaron el mobiliario y los andenes originales. Se puede visitar desde 2008.
El acceso se encuentra entre las calles Luchana y Santa Engracia. Cuando entramos, nos ponen un vídeo sobre la historia del Metro de Madrid para situarnos en el contexto. La proyección se realiza en la antigua entrada, y sus escaleras ahora son los asientos para disfrutar la proyección.
Cuando empieza la visita, lo primero que vemos al entrar son las antiguas taquillas. Se encargaban de ellas las taquilleras, sólo mujeres, jóvenes y solteras. Los clientes lo veían como algo exótico. Metro de Madrid, junto con Teléfonica, fue una de las primeras empresas en tener mujeres en su plantilla.
Fotografía de la web http://www.somoschamberi.es
Lista de precios y tablón de anuncios.
En la misma entrada estaba el espacio dónde se cambiaban las taquilleras.
Una vez hemos pasado las antiguas taquillas, bajamos las escaleras hacia el andén, y en nuestro camino podemos observar que los azulejos de las paredes son totalmente blancos. Son así para que los pasajeros no se entretuviesen con ninguna distracción y fluyera bien la fila.
Una vez llegamos al andén, la cosa cambia. En las paredes podemos ver coloridos carteles publicitarios de la época. Aparecieron debajo de capas de papel y fueron restaurados. Los anuncios están enmarcados en azulejos sevillanos de cerámica, mismo material del que están hechos los carteles, colocados a mano azulejo por azulejo. La publicidad era una forma de financiación.
En la fotografía se puede apreciar hasta donde llegaban las capas de papel que cubrían los anuncios originales. El trozo de suelo desde los ladrillos blancos de la pared, hasta la primera línea de adoquines.
Y la salida.
El plano de la estación.
Curiosidades
Una de las cosas que llama la atención, es que el metro actual pasa por esta estación, pero al estar el interior del vagón más iluminado que la estación, los visitantes sí lo ven pasar, pero los pasajeros no ven que están pasando por allí.
Esta estación también es conocida como «estación fantasma». Esta leyenda urbana nace porque, ya cerrada, los vigilantes escuchaban ruidos cuando se suponía que la estación estaba vacía. Al final se descubrió que esos ruidos, lógicamente, no los provocaba ningún espíritu ni nada similar, si no personas sin techo que buscaban allí su refugio.
Otra curiosidad. En la línea uno, parada en Tirso de Molina, detrás de los muros hay sorpresa. Sí. Ahí se encuentran emparedados los restos de los monjes del antiguo convento de la Merced, que aparecieron en las obras de reconstrucción de la infraestructura en los años veinte y ahí se quedaron.
También recordar que en aquella época, las estaciones de Metro eran utilizadas por los ciudadanos como refugio durante los bombardeos de la Guerra Civil.
Horarios de visita:
- Jueves de 10 a 13h.
- Viernes de 11 a 19h.
- Sábados y domingos de 11 a 15h.
La entrada es gratuita.
Fuentes: http://www.somoschamberi.es
Fotografías: Luis Pasalodos y Laura Izquierdo.
La mochila de Laura 