Academia de Caballería

La Academia de caballería de Valladolid es uno de los edificios más emblemáticos de la capital vallisoletana, en cuyo interior podemos visitar el Museo de la Academia.

Situado en el Paseo de Zorrilla nº2, junto a la plaza del mismo nombre y enfrente del Campo Grande, es uno de los lugares más turísticos y fotografiados de Valladolid.

Historia

La Academia de Caballería se traslada a Valladolid en el año 1852 desde Alcalá de Henares, ya que estaba situada en la Universidad Complutense y no tenía unas instalaciones adecuadas a su fin. El traslado se consigue gracias a las gestiones realizadas por el teniente general Ricardo Shelly Comford y por el gran interés mostrado por el ayuntamiento de Valladolid.

El lugar elegido para la Academia sería el edificio conocido como el Octógono, que se encontraba en el mismo lugar donde se levanta la actual Academia. El Octógono se proyectó como la primera cárcel panóptica de España, un nuevo concepto de cárcel diseño de Jeremy Benthan. Se terminó de construir en 1850. Este tipo de cárcel luego se extendería por muchos lugares conociéndose como cárceles modelo, pero por aquel entonces el alto mando no le dio el visto bueno y estaba sin uso.

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La llegada de los primeros cadetes se produce el 6 de abril de 1952 y sesenta y tres años después de su inauguración, en la madrugada del 26 de octubre de 1915, un voraz incendio destruye la academia. Tanto las autoridades locales como las militares solicitan al gobierno su inmediata reconstrucción y la permanencia de la Academia en Valladolid.

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La construcción de la nueva Academia de Caballería de Valladolid se inicia el 4 de mayo de 1921 con la colocación de la primera piedra por parte de los reyes de España Alfonso XIII y Victorio Eugenia. El 1 de abril de 1924 se celebra la inauguración, siendo el primer edificio en acabarse el del internado de los alumnos y no sería hasta el 24 de enero de 1929 cuando se produciría la recepción del edificio noble y monumental que podemos ver todos desde la calle hoy en día.

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Qué ver

Lo que conoce todo el mundo de la Academia de Caballería de Valladolid es la fachada de su edificio principal. Construido con piedra arenisca de Villamayor e inspirado en el Palacio de Monterrey de Salamanca, el diseño se realizó bajo las premisas para que su estilo fuera propio del «renacimiento castellano», sin mezclar ningún otro , siguiendo la moda arquitectónica de aquellos años.

La fachada principal se articula mediante una gran torre central y dos torres laterales menores. En su ornamentación podemos ver los escudos de la casa real de Alfonso XIII justo encima de la puerta, a su izquierda el escudo de la orden militar de Santiago, a la derecha el de Alcántara, en la torre de la izquierda esta el escudo de Montesa y en la de la derecha, el de Calatrava. En las esquinas de estas dos torres está el escudo nacional.

Frente a la puerta principal encontramos el monumento a los Cazadores de Alcántara, realizado en bronce por Mariano Benlliure y Gil entre 1930 y 1931. Los fondos para la realización de la estatua se consiguieron gracias a una colecta. La estatua representa un homenaje al regimiento de Alcántara a través de la representación de 5 jinetes de diferentes épocas. Un alférez coracero del S.XVII, un teniente de caballería en línea del S.XVIII, dos lanceros del S.XIX y un cazador del S.XX. Curiosamente, la disposición de los jinetes hace que la única forma de ver a los 5 a la vez sea desde atrás.

La visita al interior de la Academia de Caballería parte desde el zaguán, que se encuentra nada más atravesar la puerta principal. Desde aquí podemos acceder al amplio patio de armas, en el que podemos ver varias estatuas y bustos de héroes del arma de caballería y las letras «A» y «C», entrelazadas bajo la corona real, que señalan el centro del patio, en el otro extremo, está el internado de los alumnos de la Academia, que como hemos visto, fue el primer edificio en construirse.

Desde el zaguán, a la derecha, parte la majestuosa escalera que nos lleva a la primera planta. En esta escalera de peldaños de mármol blanco y ricamente adornada, destacan un cuadro al oleo del apóstol Santiago realizado en 1898 por José de Cusachs y en la parte superior izquierda un pequeño cuadro de Augusto Ferrer Dalamau, titulado «el deber cumplido» que representa a un cazador del regimiento de Alcántara.

Pasamos al salón de actos, seguramente el espacio más noble de la academia. De planta rectangular y con dos alturas, tiene una rica decoración en la que destaca el enorme cuadro de la batalla de Treviño pintado en 1897 por Victor Morelli y Sanchez Gil. También llama la atención el retrato ecuestre del rey Alfonso XIII, obra de Ramón Navarro y García Vinuesa.

Desde el salón de actos ya pasamos al Museo de la Academia. Dicho museo se estructura en 7 salas más el vestíbulo. La visita incluye la biblioteca y el guardanés. El museo cuenta con más de 3000 fondos, muchos de ellos de donaciones particulares.

Las diferentes salas tienen nombre de destacados miembros del arma de caballería en las que podemos ver:

Sala Alférez Trobo: diferentes objetos como cascos, máscaras antigás, medios topográficos y de comunicación, etc. En esta sala podemos ver uno de los objetos estrella del museo, una máquina enigma de las utilizadas en la segunda guerra mundial.

Sala Cabo Mur: en ella podemos ver una colección de armas de fuego, desde revólveres, pistolas, subfusiles o ametralladoras, hasta lanzagranadas o morteros. Uno de los elementos más curiosos es un panel explicativo de la evolución de las armas de fuego portátiles, el ejemplo por parte del guía de como se cargaba una de esas primeras armas es muy llamativo.

Sala de Diego de León o sala de honor: en esta sala podemos ver estandartes, condecoraciones y diferentes enseñas de antiguas unidades vinculadas a la Academia. En el centro de la sala destaca una pequeña estatua ecuestre en bronce de la reina Victoria Eugenia.

Sala Sargento Chover: en esta sala podemos ver ampliada la colección de armas cortas y largas, destacando armas tan conocidas como el AK47 o un rifle Winchester. En el centro de la sala hay expuesta una colección de ametralladoras de fabricación extranjera, tanto de refrigeración hídrica como por aire. Tanto en esta sala como en la del Cabo Mur, cuelga del techo una llamativa lámpara formada por 16 sables y espadas.

Sala Alférez Ulibarri: en esta sala podemos contemplar por un lado, una colección de miniaturas de plomo de jinetes de diferentes unidades de la caballería española, y por el otro una muestra de diferentes prendas de vestir, desde gorros, hasta cascos o trajes. Destacan los trajes más vistosos pertenecientes a las unidades de los húsares.

Pasillo de los Tenientes Generales: en este pasillo se encuentran las fotos de los alumnos que han alcanzado el cargo de Teniente General, además de los maniquís con los trajes de los portaestandartes de distintos regimientos de la época de los Borbones.

Biblioteca: la academia de caballería cuenta con una importante biblioteca, con cerca de 16.000 fondos. Tiene una amplia colección de volúmenes del S.XIX y XX que tratan sobre todo tipo de temas relacionados con el mundo militar. Entre sus fondos también hay ejemplares del S.XVI, XVII y XVIII. La constante adquisición y actualización de fondos hace que no pare de crecer. El espacio, decorado de manera sobria y con mucha luz natural, recrea a la perfección un ambiente muy clásico de estudio.

El guardanés es una sala que reúne todo lo relacionado con el mundo del caballo, como sillas de montar, herraduras, bocados, espuelas, etc. Podemos ver también dos figuras de caballos equipadas con los últimos equipos reglamentarios del ejército español así como trofeos y varios cuadros donde destaca uno de grandes dimensiones que muestra al Rey Alfonso XIII practicando polo. Fue pintado en 1922 por el vallisoletano Eduardo García Benito.

Una visita a la Academia de Caballería muy interesante y amena gracias al guía, ya que nos sorprenderá con anécdotas, datos curiosos y algún ejemplo práctico. Añadiré, aunque no se mencione en la visita y casi en ningún sitio, los múltiples testimonios de guardias y empleados de sucesos inexplicables en su interior, como recoge el libro Valladolid Misteriosa escrito por Juan Carlos Pasalodos (mas info aquí), lo cual hace la visita, a mí entender, aún más interesante.

Cómo visitar la Academia de Caballería y su museo:

De lunes a jueves en horario de 9 a 13:30 se organizan visitas previa cita para grupos mínimo de 10 personas reservando en acab@et.mde.es

Los viernes a las 11h y los sábados a las 10h previa reserva en la oficina de turismo 983219310, el precio es de 1 euro los adultos. Y si no puedes visitarla físicamente la academia dispone de un tour virtual (pincha aquí).

Fotos: Laura Izquierdo y Luis Pasalodos

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