Las Arcas Reales de Valladolid o el viaje de aguas de Argales, es una de las obras de ingeniería civil más importantes de la ciudad. Comenzó a construirse a finales del S.XVI, y se trata de una conducción de aguas de unos 6 Km, compuesta de 32 arcas o cajas, cuya función era recoger el agua, regularla, filtrarla y salvar los desniveles.
Además, esta construcción se componía de conductos y fuentes para el abastecimiento de agua de la ciudad. Todo ello está declarado monumento nacional desde 1982.
Historia
Las conocidas como Arcas Reales de Valladolid nacen de la necesidad de dotar a la ciudad, a mediados del S.XVI, que ya contaba con 40.000 habitantes, de un suministro de agua de buena calidad para el consumo público. Así, durante el reinado de Felipe II, en 1583, tras las epidemias sufridas por la ciudad, se propone un acuerdo entre el ayuntamiento vallisoletano y el convento de San Benito. ¿Por qué un acuerdo con el convento de San Benito?
Este convento tenía una conducción privada para abastecer el monasterio que traía las aguas desde el denominado «Pago de Argales». Esta conducción a base de tubos de barro cocido, necesitaba mucho mantenimiento, por lo que el acuerdo beneficiaba a ambas partes.
El proyecto se lo encargó Felipe II a Juan de Herrera. La dificultad de la obra recaía en que había que traer el agua desde una distancia de casi 6 km, mediante la fuerza de la gravedad, con tan solo 9 metros de desnivel. Juan de Herrera llegó a crear un instrumento para medir milésimas de milímetro. Aunque Juan de Herrera diseñó el proyecto, fueron otros arquitectos los que dirigieron y ejecutaron las obras, como Juan de Nantes y Diego de Praves.
Los trabajos comenzaron en 1586 y terminaron en 1622, aunque en siglos posteriores se fue ampliando la obra. Se construyeron 32 arcas y se proyectaron 8 fuentes, de las que al final solo se construyen 3, Puerta del Campo, Fuente Dorada y Rinconada. El Viaje de aguas de Argales estuvo en funcionamiento hasta 1974, año en el que la jefatura provincial de sanidad calificó el agua como no potable. En esas fechas aún servía agua a 6 fuentes.
Qué ver
Las Arcas Reales de Valladolid están construidas en piedra, son de planta cuadrangular, puerta adintelada, ventana orientada al norte para renovar el aire y cubierta piramidal o a dos aguas. Actualmente se conservan 14 arcas, las cuales podemos visitar en una pequeña ruta dividida en tres tramos.
El primer tramo comenzaría al lado de la Avenida Madrid, por detrás de unas naves industriales en la Calle del Arca 2. Ahí comienza un parque conocido como Parque de las Arcas Reales, en el que podemos ver las Arcas de la 9 a la 6 ( cada Arca está numerada, con su número encima de la puerta).
En este tramo, las Arcas están bien conservadas, dentro de un entorno bien cuidado y perfectamente integrado en un parque urbano.
Para acceder al segundo tramo tendremos que cruzar la Avenida Zamora, y encajado entre los muros del colegio San Agustín y el de La Salle, esta el acceso por donde continúa la senda, en la que encontramos las Arcas de la 5 a la 1. Este es el tramo peor conservado. La maleza, suciedad, el deterioro de las, no hace tanto tiempo, restauradas Arcas, y el vandalismo, hacen el entorno muy poco atractivo a visitas.
En este tramo encontramos el Arca número 1, la que realmente tiene la categoría de Arca Real, en ella podemos ver el escudo real y el de la ciudad, además de la leyenda «REINANDO LA MAGESTAD DEL REI DON PHILLIPE II NUESTRO SEÑOR ACABO ESTA ARCA. VALLADOLID SIENDO CORREGIDOR DELLA DON GARCIA BUSTO. AÑO DE 1589»
Como curiosidad, podemos ver entre el Arca 1 y el Arca 2 el único tramo exterior de la conducción de aguas, que es un pequeño acueducto en forma de muro, hecho para salvar el badén del arroyo Espanta. Hay un pequeño arco de medio punto en este acueducto, para salvar este arroyo.
El tercer tramo continua cruzando la carretera, por una senda acondicionada para el paseo. Estamos en pleno campo y aunque aquí se encuentran las Arcas más desconocidas, tampoco se han salvado del vandalismo. La senda termina en la acequia de Valladolid.
Terminada esta ruta por las Arcas Reales de Valladolid, no quedaría completa nuestra visión de esta obra si no visitamos en la ciudad las fuentes que aún se conservan y que estuvieron en servicio hasta 1974: la fuente de la Plaza del Caño Argales, fuente de las tapias de RENFE frente a la calle Panaderos, Fuente Dorada, el Val y la Solanilla.
También podemos ver en la calle Teresa Gil, a la altura de la Iglesia de San Felipe Neri, unas marcas en el pavimento y una inscripción indicando por dónde discurría el viaje de aguas de Argales.
No solo hacen importante una ciudad grandes monumentos, las estructuras civiles como el Viaje de Aguas de Argales nos hacen ver y entender la importancia de las mismas, en el desarrollo de las ciudades en el pasado.
Fotos: Luis Pasalodos y Laura Izquierdo