El parque del Capricho es uno de los pulmones verdes de Madrid y uno de los espacios que conforman el patrimonio artístico – natural de la capital.
Situado en la Alameda de Osuna, en el distrito de Barajas, El Capricho es un lugar perfecto para pasear y desconectar del mundo. Merece la pena perderse entre sus jardines y observar sus muchas y variopintas construcciones que nos trasladan a la vida aristocrática del siglo XVIII. Además, tiene una interesante historia que merece la pena conocer.
Historia y lugares de interés del Capricho
Creado por los duques de Osuna, especialmente por la duquesa, María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel, es el único jardín romántico que se conserva en Madrid. Consta de catorce hectáreas, dividas en tres tipos de jardines, el de estilo francés, el más elegante, situado al oeste del palacio, el jardín de estilo italiano, donde podemos encontrar agua, fuentes y estatuas, está situado en la parte baja del parque, y el del estilo inglés, que domina la mayor parte de del Capricho y puede considerarse el estilo más salvaje. Cuando muere la duquesa, el parque entra en declive. Los descendientes vendieron el parque a la familia Bauer. Estos fueron vendiendo todas las pertenencias de los duques.
Durante la Guerra Civil se llenó de zanjas y refugios antiaéreos, pues era la sede del ejército central republicano.
En 1943 fue declarado jardín histórico.
En 1974, el Ayuntamiento de Madrid lo compró y lo rehabilitó. Su rehabilitación duró hasta 1999.
La exedra
Situada en la Plaza de los Emperadores, la «Exedra» data de la última década del siglo XVIII. Es un conjunto arquitectónico y escultórico dotado de unos bancos para descansar.
Consta en su parte central de un pequeño templete, consistente en cuatro columnas jónicas que sustentaban una semicúpula adornada con motivos florales y conchas. Originalmente, se concibió como una fuente, de hecho, llegó a conocerse como «Fuente de las Columnas», pero parece ser que nunca llegó a ser tal. Por ello, el conjunto se conoce ahora simplemente como la «Exedra».
Cuatro años después de la muerte de la duquesa de Osuna, su nieto, Pedro Alcántara Téllez-Girón, hizo añadir un busto de su abuela al conjunto artístico.
Con el paso del tiempo, la Exedra fue sufriendo varios daños que llevaron al monumento a un estado de ruina, fruto del abandono, el vandalismo y la caída de un olmo sobre el templete como consecuencia de una tormenta ocurrida en 1970.
El palacio
Dentro del parque encontramos varias edificaciones. La principal, el palacio. Data del siglo XVIII y fue el primer edificio en construirse. Se levantó sobre una antigua casa de labor. Las paredes estaban decoradas con cuadros de Goya que la propia duquesa encargó. Uno de ella misma y otro de su familia. El famoso «Escena de brujas» también estuvo allí.
Durante la ocupación francesa pasó a manos de un general francés. Después, volvió a los duques.
Ahora mismo se encuentra en restauración.
Fotografía: Juan Luis Jaén (madridiario.es)
El laberinto del Capricho
No se tienen noticias de él anteriores al siglo XIX
Fue destruido tras el aterrizaje forzoso de un avión que venía de Barajas. Sucedió en los años cuarenta. Después de ese accidente estuvo abandonado durante muchos años, sirviendo como almacén de aperos del parque, hasta que un buen día aparecieron los planos originales y fue restaurado. Está hecho de laurel, en el centro hay bancos y un precioso árbol de júpiter. En su época fue construido para los juegos «amorosos» entre los miembros de la aristocracia.
Fotografía de Fernando Sanz
El fuerte de El Capricho
La primera vez que se nombra es en un inventario del jardín fechado en 1829. En dicho inventario, entre cañones, mesas y sillas, aparece un soldado en una garita. Ese mismo soldado vuelve a aparecer en otras cuentas de este inventario, en una que reza «una peluca para el soldado», y en otra que dice «tierra, balas y pólvora para el soldado».
Otras edificaciones de El Capricho
El casino de baile
Lugar donde los duques hacían grandes fiestas.
Casa de la vieja
Una antigua casa de labranza que no se puede visitar por estar apuntalada.
El abejero
Curioso edificio con colmenas en una de sus fachadas laterales. En el edificio central encontramos una estatua de la Venus de la Alameda, una de las obras más representativas de la escultura neoclásica española de finales del siglo XVIII
Su proceso de creación fue largo y complejo, ya que se prolongó desde 1789, año en que se compró la pieza de mármol de Carrara, hasta 1797, año en que fue instalada.
Fue encargada en 1789 por la duquesa de Osuna, cuyo deseo era tener una venus exclusiva para su jardín, al escultor José Guerra. Pero en su primera revisión, a la duquesa no le resultó de su agrado el trabajo realizado por el escultor hasta ese momento, por lo que decidió prescindir de sus servicios, encomendando la tarea a Juan Cháez, quien tampoco la convenció con su trabajo. Finalmente encargó el trabajo al aragonés Juan Adán, y por fin, en 1797, tras las buenas críticas que tuvo este escultor, y pagar la duquesa 40000 reales, la venus fue trasladada a la Alameda y colocada en el Abejero.
Ermita de El Capricho
Es una pequeña edificación decorada en su interior con trampantojos y tiene una curiosa historia, la historia de Fray Arsenio, el ermitaño que la habitaba. Cuentan que un buen día, un mendigo pidió comida y techo a los duques, y estos le alojaron en la pequeña ermita que acababan de construir. Le prometieron que nunca más le iba a faltar de nada, a cambio de convertirse en ermitaño y de que no se volviera a cortar ni las uñas ni el pelo, el hombre accedió y se convirtió por obra y gracia de los duques en Fray Arsenio. El hombre dedicó su vida a rezar por los duques y estos de vez en cuando le utilizaban para asustar a las visitas cuando les enseñaban los jardines. Cuenta la leyenda que cuando murió, fue enterrado bajo una pirámide (símbolo de la masonería) situada al lado de la ermita. Dicen que aún hoy se oyen en la noche los lamentos del pobre Fray Arsenio.
El embarcadero
Pequeño embarcadero de inspiración oriental que los duques y sus visitas utilizaban para llegar hasta el casino de baile.
El búnker
Dentro del parque del Capricho encontramos un búnker (refugio del General Miaja) de la Guerra Civil. Fue un refugio antiaéreo perteneciente al bando republicano.
Se organizan visitas guiadas organizadas por el Ayuntamiento de Madrid. Siempre con cita previa, pues hay mucha demanda. Para inscribirse, aquí:
https://reservaspatrimonio.es/
Horario del parque El capricho:
- Del 1 de octubre al 31 de marzo: Sábados, domingos y festivos de 9:00 a 18:30
- Del 1 de abril al 30 de septiembre: Sábados, domingos y festivos de 9:00 a 21:00
- 25 de diciembre y 1 de enero, cerrado.
Dispone de párking gratuito en la entrada.
Fuentes: disfrutamadrid.com secretosdemadrid.es saposyprincesas.elmundo.es esmadrid.com
Fotografías: Luis Pasalodos y Laura Izquierdo