El cañón de Riolobos es un parque natural, situado entre las provincias de Burgos y Soria. Aparte de un magnífico espacio natural, encontramos uno de los lugares con más presencia Templaria de la península.
El cañón de Riolobos es un importante enclave Templario porque en él encontramos la ermita de San Bartolomé y el castillo de Ucero, lugares que surgieron a la sombra del extinto convento Templario de San Juan. Ya que el cañón de Riolobos ha sido uno de los itinerarios más protegidos que usaban los peregrinos para enlazar con el camino francés del camino de Santiago.
Cañón de Riolobos, enclave Templario.
Castillo de Ucero.
Cuando accedemos al cañón de Riolobos desde el Burgo de Osma por la villa de Ucero, sobre un promontorio que domina un amplio espacio de los valles Riolobos y Chico, a la derecha, sobre la villa que le da nombre encontramos el castillo de Ucero. El acceso es fácil, en la villa de Ucero antes de atravesar el puente, salimos por la calle de la derecha y una empinada cuesta de apenas 300 o 400 metros nos lleva al castillo.
El castillo de Ucero actualmente en ruinas, se halla bajo protección genérica de 22 abril de 1949 sobre el patrimonio español y pertenece a la iglesia católica. La importancia del lugar se atestigua por la continua presencia de diferentes civilizaciones. El castillo de Ucero se asienta sobre los restos de un castro celtíbero, y la presencia de restos visigodos y romanos dejan ver una continuidad en la zona.
De la presencia de la orden del temple en esta zona hay constancia por que ya en 1170 esta documentado un litigio entre la orden del temple y la de calatrava. Alejandro de Aylagas señala a Juan González de Ucero como primer señor del castillo en 1212 y asegura que era un asentamiento Templario desde Alfonso I de Aragón. Posteriormente, pasa a manos del obispado de Osma, siendo utilizado de forma muy dispar por el mismo.
¿Qué podemos ver en el castillo? Bueno, pues el acceso ya te va diciendo mucho de su emplazamiento, ya que llegas al castillo por un camino entre altas paredes rocosas y enseguida, a nuestra izquierda, sobre la pared rocosa, aparecen los restos de una muralla, lo que ya da cuenta de que todo el que llegara por allí no lo tenía nada fácil. Luego el terreno se ensancha y podemos ver el castillo de Ucero en su totalidad.
Imagen sacada de Castillosdesoria.com
El castillo de Ucero poseía un triple recinto amurallado, su acceso se realizaba por un conjunto de rampas que finalizaba en un puente levadizo del que hoy no queda nada. Si accedemos al castillo por su puerta principal veremos que aún se conserva el escudo de armas del S.XVII de Honorato Juan, así como el mencionado conjunto de rampas. En la muralla de la rampa superior hay una salida, por la cual llegamos a los restos de una ermita románica, que podría tratarse de Nuestra Señora de Villavieja, de la que apenas quedan sus muros exteriores.
Para acceder al interior del castillo tendremos que volver a salir y entrar por una abertura en la muralla. En el interior podemos ver los restos de un aljibe y la torre que es lo que mejor se conserva y mantiene aun muchos detalles. En el exterior de la torre hay varias gárgolas que van acompañadas de varias figuras, se pueden apreciar las hileras de ménsulas que soportaban el desaparecido almenado y una ventana de arcos ojivales con moldura en la parte superior rematada por dos figuras.
En el interior de la torre podemos ver su bóveda ojival en el que aún se conservan modillones decorados con cabezas y personajes. En la clave de la bóveda se encuentra un Agnus Dei (cordero de dios) asociado a la simbología templaria, en la cual podemos leer en latín «AGNE DEI MISERERE MEI QUI CRIMINA TOLLIS +» ( cordero de dios que quitas los pecados ten misericordia de mí)
En el exterior del castillo por la parte del río todavía se puede ver parte del pasadizo que surgía desde el castillo hasta el río Chico, para en caso de asedio tener acceso al agua, pasadizo que es practicable aun en un pequeño tramo de unos 50 metros.
Un magnífico castillo en un magnífico entorno, que, por fin, el Gobierno de España, a través del ministerio de Educación y Cultura ha destinado 408.000 euros para su restauración. Mas información:
http://www.diariodesoria.es/adjudicada-en-408.000-euros-la-restauracion-del-castillo-de-ucero.html
Ermita de San Bartolomé.
De la ermita de San Bartolomé en el cañón de Río Lobos, no voy a dar un extenso y concienzudo estudio sobre ella, hay muchas webs y libros a los que acudir, pero sí unos pocos detalles en los que fijarnos para disfrutar un poco más de su visita. De su visita exterior ya que la ermita sólo se abre el día 24 de agosto, durante la romería de San Bartolo y la Virgen de la Salud.
Para llegar a la ermita templaria de San Bartolomé desde Ucero, tomaremos dirección al cañón de río Lobos, hasta llegar a una zona habilitada para parking, desde allí hasta la ermita tenemos un agradable paseo de unos 2 Km.
Lo primero a reseñar no es la ermita, si no el emplazamiento de la misma y de por qué los templarios eligieron ese lugar. Un lugar especial, se nota a primera vista, la ermita enclavada entre las altas paredes del cañón, al borde de un río y con esa gran cueva enfrente, se nota el magnetismo del lugar o como se quiera describir la sensación de estar allí.
Si nos vamos a lo que dice la leyenda de por que los templarios eligieron ese lugar, nos dice que el apóstol Santiago montado sobre su caballo salto desde lo alto de uno de los farallones del cañón, y la espada se le cayó, y allí donde quedó clavada la espada sería el lugar donde se edificaría la ermita.
La tercera explicación sacada de un antiguo estudio, dice que la ermita es el punto equidistante entre el este y el oeste de la geografía peninsular, el cabo de Finisterre y el de Creus, ese punto central sería el Omphatos (el centro del mundo).
De la vinculación de la ermita con el Camino de Santiago es clara ya que en uno de los canecillos podemos ver el crismón que dejaba como marca gremial la cofradía de constructores conocida en Francia con el nombre de «Hijos del maestro de santiago» , por lo que se cree también que los canteros que construyeron la ermita procedían de la región francesa de Aquitania.
En cuanto a la ermita en sí, decir que tiene planta de cruz latina, destacan claramente los dos rosetones, uno en cada astial del transepto. Estos rosetones están formados por estrellas invertidas de cinco puntas. Estos rosetones se pueden interpretar de dos formas. La primera nos sugiere que la estrella invertida o Pentalfa, que da lugar a un pentágono central y están entrecruzados por cinco corazones, enmarcado todo ello por un círculo. Se ve claramente en todo ello la influencia árabe, el corazón en el mundo árabe es el órgano del verdadero conocimiento y el círculo protector o matraz. En el mundo esotérico nos sugiere la parte oculta del conocimiento, ademas el triángulo invertido es la copa, el grial.
La otra interpretación es que sería una representación del Baphomet, supuesta deidad o ídolo cuyo culto se le atribuye a los caballeros de la orden del temple, hecho que utilizo la iglesia católica para acusarles de herejía.
Imagen sacada de Wikipedia.
Destacan también el alto número de canecillos, decorados con motivos figurativos y geométricos. Canecillos que en su mayoría guardan un significado que en la actualidad se desconoce, imaginamos que para el iniciado o caballero templario no tendrían misterio. Destacaremos unos pocos de la puerta de entrada de los que se conoce su significado.
El primero por la izquierda, son tres rollos musulmanes, que recoge la tradición arquitectónica hispano-musulmana.
El quinto es la letra H, que según el ocultismo se asocia con el hermafroditismo, con el dios Hermes y con Hiram, el maestro constructor del templo de Salomón.
El sexto canecillo es una cabeza de lobo, uno de los grados iniciáticos de los canteros.
El séptimo canecillo es un barril, conocido como barril alquímico, representa al maestro iniciado, con conocimientos de física y estudioso de la composición de la materia.
Sin lugar a dudas la ermita de San Bartolomé es un sitio donde regocijarnos en los detalles y disfrutar del entorno, siendo vigilados desde las alturas por la amplia colonia de buitres del cañón de Río Lobos. Y si después de todas estas visitas necesitamos reponer fuerzas, podemos aprovechar el merendero de la entrada del cañón, o alguno de los restaurantes de Ucero, donde, además encontraremos varios alojamientos rurales.
Fotos: Luis Pasalodos
Información extraida en parte de las webs:
http://www.castillosdesoria.com