La casa natal de José Zorrilla se sitúa en la calle Fray Luis de Granada 1, de la capital Vallisoletana. Puede ser visitada de forma guiada y gratuita, durante todo el año, de martes a sábado, en horario de 10 a 14 y 17 a 20 horas. Los domingos y festivos sólo mañanas. La visita dura 30 min. (aprox) y comienza a las horas en punto y a las medias, en la recepción de la casa. Reserva de grupos: 983426266.
José Zorrilla
José Zorrilla nació el 21 de febrero de 1817 en la única casa que había por aquel entonces en la calle Fray Luis de Granada (antes calle de la Ceniza). En ella vivió José Zorrilla los primeros siete años de su vida, y brevemente, a su vuelta a Valladolid en 1866 desde México.
Pese a la oposición de sus padres, que querían que estudiara derecho, y tras un periplo por varias ciudades españolas, por fin en 1837 se trasladó a Madrid donde comenzó a dedicarse de pleno a la literatura. Poco a poco se consagraría como un poeta de renombre y comenzaría a escribir para varios periódicos, ganándose la amistad de personajes ilustres como José de Espronceda.
José Zorrilla durante parte de su vida viajó por varios países como Inglaterra, o Francia, donde se relacionó con Dumas, Geoge Sand o Gautier entre otros. En México residió durante 11 años, parte de ellos bajo la protección y mecenazgo del emperador Maximiliano I. Esta relación se interrumpió drásticamente, ya que la casualidad quiso que Zorrilla tuviera que regresar a España tras fallecer su esposa. Aquí se enteró del triunfo de la revolución en México y el fusilamiento de Maximiliano I.
Después de 2 matrimonios, y habiendo conseguido varios logros. Fue miembro de la Academia Española, cronista oficial de Valladolid y su título más importante, fue coronado como poeta nacional laureado en Granada en 1889. Falleció en Madrid el 23 de enero de 1893, trasladando sus restos a Valladolid, cumpliendo su voluntad, en 1896. En la actualidad se encuentra en el panteón de Vallisoletanos Ilustres del cementerio del Carmen.
Su obra más conocida « Don Juan Tenorio» se sigue interpretando por teatros de toda España el día 1 de noviembre, Día de Todos los Santos.
La casa de José Zorrilla
La casa de José Zorrilla fue adquirida por el Ayuntamiento de Valladolid en 1917 para convertirla en casa-museo, y así poder exponer los enseres donados por su viuda, y en la que recoger la biblioteca del estudioso de la figura de José Zorrilla, D.Narciso Alonso Cortés.
La casa de José Zorrilla consta de dos plantas, sótano y jardín. En la fachada de la casa podemos encontrar una placa conmemorativa del poeta, en la que se puede ver un busto del mismo, y la inscripción » Aquí nació el eminente poeta, D.José Zorrilla, año 1817″
El aspecto actual de la casa corresponde a una remodelación efectuada en 2006. El acceso a la misma se realiza por el jardín. En la primera planta encontramos la recepción de visitas, una sala de exposiciones y la biblioteca.
En la segunda planta encontramos una perfecta recreación del ambiente romántico del S.XIX, manteniendo la disposición original de algunas estancias, con varios de los enseres originales del poeta donados por su viuda, en los que cabe destacar su escritorio o algo tan llamativo como su máscara mortuoria.
El paseo por sus jardines, uno de los rincones mas hermosos de la ciudad, puede ser la forma de empezar o terminar la visita a la casa del poeta.
La casa de José Zorrilla mantiene una programación de espectáculos y actividades durante todo el año, representaciones teatrales, lecturas de sus obras o pequeños eventos, los cuales se trasladan a sus jardines en los meses de verano.(Programación aquí)
La casa de José Zorrilla, casa encantada
Seguramente la casa de José Zorrilla es la casa encantada mas famosa de Valladolid, por los sucesos que allí han acontecido.
El propio José Zorrilla narra en su libro » recuerdos del tiempo viejo » de 1880 su encuentro con lo paranormal.
Una tarde, mientras dormía mi padre la siesta y mi madre en el comedor arreglaba trastos con las criadas(….)
Creí ver a alguien en el sillón de los brazos (…), empuje y abrí de todo la puerta; una señora de cabello empolvado, encajes en los puños y ancha falda de seda verde, a quien yo no había visto nunca, ocupaba el sillón y con afable pero melancólica sonrisa me hacía señas para que me acercara a ella(…)
Me acerque a ella sin miedo ni desconfianza, y pasé mi mano derecha entre las dos suyas, que me alargaba sonriendo (…) me dijo con una voz que no sabré explicar: «yo soy tu abuelita, quiéreme mucho, hijo mío, y dios te iluminará».
Estoy seguro de haber sentido contacto de sus manos en las mías y en mis cabellos.
Nueve o diez años mas tarde, en la residencia de la familia en Torquemada donde se había mudado, removiendo trastos con su padre descubrió un lienzo, y le dijo a su progenitor:
¡ El retrato de la abuela ! Volvióse mi padre, miró el retrato y me dijo con extrañeza, ¿pues de que la conoces tú si jamás la has visto?
De esta forma nos relata José Zorrilla su encuentro con su abuela paterna, Doña Nicolasa, la cual había fallecido cuando nació el escritor.
La presencia de Doña Nicolasa en la casa-museo de José Zorrilla, se ha vuelto algo habitual para los trabajadores de la misma, después de la última restauración de la casa en 2007, se decidió quitar del circuito de visitas la habitación de huéspedes donde residió la abuela. Desde entonces comenzaron a suceder cosas; las luces se apagaban y encendían solas, desaparecían cosas, cajones que se abrían solos, etc.
Entendiendo los trabajadores que la abuela Nicolasa estaba enfadada, volvieron a poner la habitación en el circuito. Todos estos hechos, y los testimonios de los propios trabajadores quedaron recogidos en el famoso programa «Cuarto Milenio» de Iker Jiménez, que se puede ver aquí.
La visita a la casa de José Zorrilla es un viaje en el tiempo a la época del escritor, plagada de curiosidades y datos curiosos que nos aportan los guías de la visita, nos dejaran hacer fotos sin flash, cosa que se agradece ya que en la mayoría de lugares no te lo permiten, y sus jardines un lugar precioso con una tranquilidad, que invita, como así sucede, a coger un libro y sentarse en uno de sus bancos a disfrutar de la lectura.
La relevancia del escritor en la ciudad de Valladolid queda reflejado en que su nombre lo lleva una importante avenida de la ciudad, una plaza, incluso el estadio de futbol.
Fotos: Luis Pasalodos
Hola! Estoy ilustrando un cartel para el Tenorio y no sabéis lo bien que me viene la foto del escritorio, la más aclaratoria que he encontrado. Me guardo el blog para futuros viajes, jejeje, si algún día viajáis por la Región de Murcia, o Cartagena concretamente y queréis recomendaciones ya sabéis.
Gracias por la foto del escritorio y un saludo.
Hola, gracias por leernos y elegir una foto nuestra para algo tan chulo, siempre que nos piden fotos lo único que pedimos es que se mencione la fuente, bien por que se mantiene la marca de agua o por que se nos menciona por algún sitio, nos apuntamos lo de la visita a Murcia.